Una nueva vacuna contra Covid-19 desarrollada en Brasil puede empezar a ser testeada en humanos antes de fin de año. El inmunizante presentó buenos resultados en estudios con animales, que fueron divulgados este mes en la revista Nature. Los científicos ya recibieron autorización de la Comisión Nacional de Ética en Investigaciones (Conep) para dar inicio al ensayo clínico y esperan, ahora, luz verde de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
“Ya entregamos a Anvisa toda la documentación necesaria. Se espera que la respuesta salga en las próximas semanas. Estamos listos para empezar”, dice a Agência FAPESP Ricardo Tostes Gazzinelli, coordinador del Centro de Tecnología de Vacunas de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) e investigador principal de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).
Para desarrollar la formulación de la vacuna, el grupo coordinado por Gazzinelli fusionó dos proteínas diferentes del SARS-CoV-2: la N (procedente de la nucleocápside, la estructura que alberga el material genético del virus) y una porción de la S (espícula o espina) utilizada por el patógeno para unirse e invadir la célula humana. La molécula quimérica resultante recibió el nombre de SpiN. La estrategia apuntaba a inducir en el organismo la llamada respuesta inmune celular, es decir, la producción de células de defensa (linfocitos T) especializadas en reconocer y matar al nuevo coronavirus. En teoría, este tipo de protección seguiría siendo eficaz incluso ante la aparición de nuevas variantes.
“Las vacunas COVID-19 actualmente en uso tienen como objetivo principal inducir la producción de anticuerpos neutralizantes contra la proteína S, que evitan que el virus infecte las células humanas. A esto se le llama respuesta inmune humoral. Pero, a medida que surgieron variantes con muchas mutaciones en la proteína S, los anticuerpos perdieron la capacidad de reconocer este antígeno. La proteína N, en cambio, se mantuvo más conservada en las nuevas cepas”, explica la estudiante de doctorado Julia Castro, quien realizó los ensayos preclínicos bajo la dirección de Gazzinelli.
Según explicó el investigador, que también es profesor invitado de la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto de la Universidad de São Paulo (FMRP-USP), la vacuna basada en la proteína quimérica SpiN no induce, por sí sola, la producción de anticuerpos neutralizantes. Sin embargo, si se utiliza como dosis de refuerzo, puede estimular tanto la inmunidad humoral generada por la vacunación previa como la inmunidad celular, brindando una doble protección.
Pruebas de desafío
Los experimentos con animales fueron realizados en un laboratorio con alto nivel de bioseguridad instalado en la FMRP-USP, gracias a la colaboración de los profesores João Santana da Silva y Luiz Tadeu Figueiredo. La obra contó con el apoyo de FAPESP. La investigación también recibió fondos de la Red Virus del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI),de la Municipalidad de Belo Horizonte y de la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de Minas Gerais (Fapemig).
En una primera etapa, la eficacia de la vacuna se probó en ratones genéticamente modificados para expresar la proteína humana ACE2, a la que se une el virus (a través de la proteína S) para infectar la célula huésped. Este modelo imita la forma grave de COVID-19.
Una parte de los animales recibió dos dosis del inmunizador, con un intervalo de 21 días, mientras que los demás recibieron solo placebo. Un mes después, los roedores fueron expuestos a una alta carga viral por vía intranasal. Se realizaron diferentes experimentos para probar la protección de la vacuna frente a la cepa salvaje de SARS-CoV-2 (aislada en China en 2019), frente a la variante delta (India, 2020) y frente al ómicron (Sudáfrica, 2021).
“En el grupo de placebo, el 100 % de los animales infectados con la cepa de Wuhan [China] o la cepa delta murieron. Por otro lado, los ratones expuestos al ómicron no murieron, pero desarrollaron una patología importante en el pulmón. En el grupo inmunizado, todos los animales sobrevivieron a las tres cepas y el tejido pulmonar se conservó mucho mejor. Además, observamos una reducción de la carga viral que varió entre 50 y 100 veces”, dice Castro.
El siguiente paso fue probar la vacuna en un modelo de enfermedad moderada. Para ello se utilizaron hámsters, que son naturalmente infectados por el virus, pero no de manera muy eficiente. Los animales recibieron dos dosis del inmunizador y, después de un mes, fueron expuestos a la cepa Wuhan o Delta. En comparación con el grupo de control [que solo recibió un placebo], los vacunados tenían una carga viral aproximadamente diez veces menor y menos signos de daño pulmonar.
Estabilidad y seguridad
En el Centro de Tecnología de Vacunas de la UFMG, fue creada una plataforma para producir la proteína quimérica SpiN en cultivos de bacterias genéticamente modificadas. Allí también se realizaron pruebas de pureza -para asegurar que no haya contaminantes en la formulación- y de estabilidad, que buscan conocer la durabilidad del inmunizador a diferentes temperaturas.
“Los resultados indican que la vacuna permanece viable hasta por dos semanas cuando se almacena a temperatura ambiente. Sin embargo, si se mantiene a 4°C, dura al menos seis meses”, dice Gazzinelli.
También según el investigador, la seguridad y toxicidad del inmunizador fueron probadas en experimentos con ratas. “Ya tenemos el lote clínico y completamos todas las pruebas necesarias para obtener la aprobación de Anvisa. Por eso esperamos iniciar el ensayo clínico a mediados de septiembre”, dice.
Ensayos de fase 1 y 2, para evaluar la seguridad humana y la capacidad de inducir la respuesta inmune, se realizará en la Facultad de Medicina de la UFMG, bajo la coordinación de los profesores Helton Santiago y Jorge Pinto. La propuesta es inmunizar a personas previamente vacunadas contra el COVID-19 (que hayan recibido alguna de las vacunas disponibles en Brasil durante al menos seis meses).
“Será una dosis de refuerzo. Los voluntarios del grupo de control recibirán la vacuna de AstraZeneca. Luego compararemos la producción de anticuerpos neutralizantes, anticuerpos totales contra el SARS-CoV-2 y la respuesta de los linfocitos T. La expectativa es que nuestra formulación induzca una respuesta celular aún más fuerte”, anticipó Gazzinelli.
El artículo “Promoción de la inmunidad independiente de anticuerpos neutralizantes contra las variantes preocupantes del SARS-CoV-2 y de tipo salvaje usando una proteína de fusión RBD-Nucleocapsid” se puede leer en: www.nature.com/articles/s41467-022-32547-y.
Karina Toledo.
Traducción Programa INFOSALUD