El coronovarius avanza cada día con más fuerza en Río de Janeiro, donde los hospitales se encuentran en colapso en medio de centenares de pacientes que esperan atención. Otros estados y ciudades como Manaus (capital de Amazonas), Fortaleza, Recife enfrentan igual situación critica.
Las unidades de emergencia están al límite y la crisis que desde años atrás vive la icónica ciudad brasileña refleja hoy su cara más dura con la pandemia.
A pocos días de enfrentarse al momento más crítico, Río solo ha implementado el 46 % del plan de contingencia -reconoce la Alcaldía-, mientras que clínicas y centros de salud padecen por falta de equipos y escasez de médicos, y sus corredores permanecen copados de pacientes a la espera de atención.
Con el Covid-19, la muerte ya comienza a vestir de negro a la “cidade maravilhosa”, una realidad que azota con más fuerza a las favelas, las deprimidas comunidades donde habitan los más pobres, muchos de los cuales fallecen en la fila de espera por una Unidad de Terapia Intensiva (UTI).
Río de Janeiro tiene unos siete millones de habitantes, un número que se eleva a más de 11 millones si se tiene en cuenta a la gente que vive en su área metropolitana. De ellos, más de 1.150 ya perdieron la vida con la pandemia, otros 11.257 están contagiados y cerca de medio millar de personas en estado crítico esperan por un cupo en una unidad de urgencia de la red pública de salud, que ya llegó al tope de su capacidad, según datos oficiales. Quienes están en la parte más lejana de esa fila ni siquiera tendrán la opción de llegar a ser parte del dilema ético de escoger “quién vive y quién muere”, una medida que las autoridades de Río ya analizan ante el colapso de la salud, el cual ya ha sido admitido por el gobernador del estado, Wilson Witzel.
Manaos, la capital del estado brasileño del Amazonas, vive sumida en el caos. Sus hospitales están en colapso y los servicios funerarios trabajan sin descanso ante el creciente número de víctimas por Covid-19 en la región, que oficialmente llegabas a los 806 hasta el jueves. “No estábamos preparados para esto”, lamentó Lenise Trindade, responsable de SOS Funeral, una iniciativa del gobierno municipal de Manaos que ofrece servicio gratuito a personas vulnerables con dificultades económicas para afrontar los costes de los servicios funerarios.
Desde la llegada de la pandemia al Amazonas, a mediados de marzo, los servicios de SOS Funeral se multiplicaron, pasando de una media de 185 servicios mensuales a 697 en abril.
Aunque Sao Paulo es el más afectado por la pandemia, proporcionalmente estados como Amazonas (norte) y Ceará (nordeste) presentan escenarios más trágicos. Amazonas, donde residen comunidades indígenas particularmente expuestas a virus exógenos, registra 194 muertos por millón de habitantes, frente a 72 muertes por millón de habitantes en Sao Paulo.
En Recife y Fortaleza (nordeste) las unidades de cuidados intensivos de los hospitales están al borde del colapso.
Según algunos especialistas, lo cual fue en parte refrendado por el gobernador del estado brasileño de Sao Paulo, Joao DoriaDoria, el sistema hospitalario de Sao Paulo puede entrar en colapso en cuestión de unos días, lo cual agravaría una situación sanitaria que ya es grave desde hace semanas.
El jueves Brasil contabilizó 610 nuevas muertes a causa del coronavirus con lo que el total de decesos ascendió a 9.146, mientras que los casos confirmados sobrepasaron los 135.000.
En junio Brasil puede pasar a ser el epicentro mundial de virus
Un estudio realizado por investigadores de Brasil e Inglaterra apunta que el país latinoamericano puede convertirse en junio en el nuevo epicentro mundial de la pandemia.
“El escenario más optimista indica que hasta el 9 de junio es posible que Brasil tenga cerca de 31.000 muertes, pero el más realista es que para entonces estemos cerca de 40.000 muertos. El cálculo más pesimista es llegar a 64.000 muertos”, explicó a la AFP, Vitor Engracia Valenti, profesor de Fisiopatología de la Universidad Estadual Paulista, quien supervisó el estudio.
Los investigadores compararon la trayectoria del virus en Brasil y Estados Unidos en semanas iniciales, lo que permitió trazar escenarios futuros para Brasil a partir de fórmulas matemáticas.
Valenti afirma que el confinamiento, entre otras medidas, es necesario para aliviar estos escenarios.
El jueves, el presidente Jair Bolsonaro fue, sin invitación previa, al frente de un grupo de empresarios hasta la sede de la corte suprema en Brasilia para cuestionar las medidas de cuarentena declaradas por autoridades regionales y municipales en Sao Paulo, Rio de Janeiro y otras regiones.
Según el FMI, la economía de Brasil se contraerá 5,3%.
Confinamiento en Sao Paulo seguirá hasta el 31 de mayo
El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, prolongó hasta el 31 de mayo la cuarentena impuesta en ese estado brasileño debido a la crisis del coronavirus, ignorando las presiones del presidente Jair Bolsonaro, contrario al confinamiento.
“Me gustaría dar una noticia diferente (…), pero el escenario es desolador, tenemos que prorrogar la cuarentena hasta el 31 de mayo”, dijo Doria.
El estado más rico y poblado de Brasil, con 45,9 millones de habitantes, es el epicentro de la pandemia en el país, con cerca de un tercio de los 135.106 casos y 9.146 muertes registradas hasta el jueves.
La cuarentena parcial se había iniciado el 24 de marzo y estaba previsto que ayer se anunciaran las condiciones para iniciar un plan sectorial de flexibilización y recuperación económica a partir del lunes. Pero el gobernador optó por prolongarla, debido a que el confinamiento no fue cabalmente respetado en los últimos días, lo que provocó un aumento de contagios.
Según la gobernación, Sao Paulo nunca alcanzó un 70% de confinamiento considerado ideal por las autoridades sanitarias para contener la propagación de la Covid-19. “Retomaremos (el plan de recuperación económico) apenas sea posible, en el momento correcto y respetando la ciencia”, dijo Doria.
“Estamos atravesando el peor momento de esta pandemia, sólo no lo ve quien está ciego por el odio o por la ambición personal (…) Se trata de proteger vidas en el momento más difícil y más crítico de la historia de este país”, enfatizó.