Las 28 regiones metropolitanas de Brasil con más de 1 millón de habitantes podrían generar 18.9TWh/a a través de plantas urbanas de conversión de residuos sólidos en energía por US$14.000 millones, según un estudio elaborado por la asociación local Abren y compartido con BNamericas.
La capacidad, que representa alrededor de un 3% de la demanda de energía eléctrica del país, podría generarse a través de 118 plantas de 20MW (o 59 de 40MW) alimentadas con 97.000t/d de residuos urbanos.
El mayor potencial identificado por Abren se encuentra en las regiones metropolitanas de São Paulo y Río de Janeiro, que podrían generar 3.719TW/a y 2.829TWh/a, respectivamente. Luego viene Brasilia con 1.089TWh/a.
Actualmente hay 183MW de proyectos de conversión en desarrollo en Brasil: la planta URE Barueri de combustión masiva de 20MW y 825t/d, que ya recibió una licencia de instalación; la planta de 80MW y 3.000t/d URE Mauá con licencia preliminar; la planta Baixada Santista de 38MW y 2.000t/d de URE; la planta Ciclus/Rio de Janeiro de 30MW y 1.300t/d, también con licencia preliminar; y la planta Diadema de 15MW y 500t/d con gasificación Outotec.
En diciembre pasado, el Gobierno de Brasil aprobó la primera licitación de residuos sólidos urbanos para la producción de energía, prevista para este año. El visto bueno es un paso clave para hacer factibles los proyectos de conversión en el país.
Según el titular de Abren, Yuri Schmitke, el país tiene potencial para 250 plantas, cada una con una capacidad instalada de 20MW, lo que representa una inversión de 160.000mn de reales (US$30.000mn).
Sin embargo, para que estos proyectos sean económicamente viables, la asociación estima que las tarifas de los rellenos sanitarios locales tendrían que incrementarse en 11 reales/t de residuos sólidos urbanos al año, mientras que las de energía proveniente de la conversión deberían caer a 250 reales/MWh frente a los actuales 620 reales/MWh para 2040.
Esto podría lograrse con el uso de camiones de basura eléctricos y buses que funcionen a base de la energía generada en las plantas de conversión. Dado que un único concesionario sería responsable de la generación y de los servicios de transporte, la empresa sería catalogada como autoproductora de energía, por lo que estaría exenta del impuesto las ventas interestatales ICMS, por ejemplo.
“la conversión de residuos la deben pagar los municipios, no el sector eléctrico. Estamos trabajando para que esto suceda”, manifestó Schmitke a BNamericas.
El miércoles, la fundación de apoyo a la investigación de São Paulo, FAPESP, y el departamento de medio ambiente firmaron un protocolo para fomentar el despliegue de proyectos de conversión en el estado.
Durante el acto, el secretario estatal de infraestructura y medio Ambiente, Marcos Rodrigues Penido, destacó que los residuos urbanos están conectados tanto con las agendas de saneamiento básico como de energía.
“La basura que podría usarse para generar energía en São Paulo es enorme”, afirmó.