EllaLink, un cable de fibra óptica que conecta directamente Fortaleza, Ceará, con la ciudad de Sines, en la costa de Portugal, fue inaugurado a finales de agosto por el consorcio científico BELLA.
Como parte de los procedimientos de apertura, el equipo del Centro de Análisis Regional de São Paulo (SPRACE), proyecto vinculado al Centro de Computación Científica de la Universidad Estatal de São Paulo (NCC-Unesp), realizó una serie de experimentos para demostrar el potencial de el nuevo cable, que debería impactar la colaboración científica entre las dos orillas del Atlántico.
Dedicada a la investigación en el campo de la física de altas energías, SPRACE fue creada en 2003, con el apoyo de la FAPESP.
Durante los experimentos, los datos se transmitieron entre São Paulo y Lisboa, donde se encuentra el Laboratorio de Instrumentación y Física Experimental de Partículas (LIP), y entre São Paulo y las instalaciones del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (Cern).
La tasa de transmisión de datos entre São Paulo y los centros de investigación europeos alcanzó los 100 gigabits por segundo, lo que proporcionó una ganancia de casi diez veces la velocidad de transmisión actual.
Actualmente, la conexión entre Cern y SPRACE se realiza a través de redes que conectan Europa con las ciudades de Nueva York y Washington, en Estados Unidos. Desde allí, los datos viajan por Atlanta y luego por Miami, también en Estados Unidos, antes de llegar a Brasil (ver mapa).
Con el cable EllaLink, los datos viajan 6.200 kilómetros a través del Atlántico, a una profundidad que puede alcanzar los 4.000 metros, desde la costa brasileña hasta Europa. Con la reducción de ruta, el tiempo que tarda un paquete de datos en viajar desde São Paulo a las instalaciones del Cern y volver se redujo, en valores promedio, de 0,256 segundos a 0,106 segundos, menos de la mitad del valor actual.
La demostración contó con el apoyo y la infraestructura de dos redes brasileñas, la red académica de São Paulo o Red de Investigación y Educación de São Paulo (Rednesp) y la Red Nacional de Educación e Investigación (RNP).
Financiada por la FAPESP, la Rednesp se denominó ANSP hasta 2020, habiendo sido la primera institución nacional con acceso a internet. Utilizando equipos ópticos desarrollados por la empresa brasileña Padtec, los datos generados en los servidores de NCC-Unesp se transmitieron a los activos de red de Rednesp, instalados en el centro de datos de Equinix en la ciudad de Barueri (SP).
Equipos de red de última generación de RNP y RedClara fueron los encargados de habilitar la transmisión entre São Paulo y Fortaleza, donde se ubica el enlace al cable submarino del programa BELLA. La retransmisión de la inauguración de la red contó con la presencia del viceministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Sérgio Freitas.
Entre los socios europeos, la demostración involucró al Laboratorio de Instrumentación y Física Experimental de Partículas y la Infraestructura Nacional de Computación Distribuida, ambos de Portugal, y la red multigigabit GÉANT, la principal red de docencia e investigación en Europa.
En América Latina, se contó con el apoyo de la Cooperación Latinoamericana de Redes Avanzadas (RedClara). El consorcio BELLA está formado por GÉANT, RedClara y RNP e invirtió 25 millones de euros en el cable, de los cuales 7,5 millones de euros fueron financiados directamente por RNP. La mayor parte de la inversión, estimada en 150 millones de euros, fue financiada por el fondo de renta variable paneuropeo Marguerite II. El nuevo cable permitirá una comunicación rápida entre Europa y siete países conectados a RedClara.
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