El método posibilita extraer pectina y oligosacáridos del residuo generado en la producción de jugo, reduciendo impactos ambientales
Agencia FAPESP (Brasil)
Traducción Programa INFOCIENCIA
Uno de los grandes desafìos para la industria de jugos y encontrar formas de reutilizar las càscaras de las frutas cìtricas, que corresponden a màs del 40% del peso de la materia prima utilizada en la producciòn. Para solucionar esa cuestiòn, investigadores de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) desarrollaron un mètodo biotecnològico que permite reciclar esos residuos, transformàndolos en un material de valor econòmico agregado, adecuado a otros fines.
A partir de conocimientos en ingeniería de alimentos, los investigadores adaptaron un método de extracción de pectina, que utiliza ácido cítrico, para ser utilizado en cáscaras de naranja, aprovechando este tipo de fibra soluble presente en el residuo. La pectina hidrosoluble es muy utilizada por la industria alimentaria en la elaboración de productos como jaleas, compotas y otros dulces.
El equipo también pudo extraer xilano del residuo restante, una sustancia que se puede convertir en xilooligosacáridos a través de procesos enzimáticos. Los xilo-oligosacáridos son carbohidratos con características prebióticas que favorecen la alimentación de bacterias beneficiosas para la salud presentes en la flora intestinal de los animales.
“La presente invención contribuye a la reducción de los impactos ambientales relacionados con la eliminación de cáscaras de naranja en el medio ambiente y los residuos químicos generados por las industrias de producción de pectina y xilooligosacáridos”, dice a Agência FAPESP Manoela Martins, estudiante de doctorado en ingeniería de alimentos de la Unicamp, investigadora que participó del estudio y becaria de FAPESP.
Los procedimientos técnicos permitieron la producción de pectina con más del 80% de pureza, lo que permitió reciclar las cáscaras de naranja y reducir la cantidad de residuos enviados a vertederos. La reutilización de estos residuos es una forma de fomentar la economía circular y contribuir a la sostenibilidad.
Martins también agrega que el proceso integrado optimiza el uso de agua y solventes y reduce los costos operativos, lo que agrega valor a la materia prima y aumenta la rentabilidad. “La alta disponibilidad de orujos de naranja permite operar el proceso durante todo el año para atender las demandas del mercado de pectinas y xilooligosacáridos. La tecnología tiene potencial para ser operada en una planta industrial que ya procesa naranjas o residuos de naranjas, reduciendo las inversiones iniciales de instalación”, destaca.
La investigación fue financiada por FAPESP y coordinada por la profesora Rosana Goldbeck Coelho. Los investigadores presentaron una solicitud de patente de la invención en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI).
Fuente: Inova Unicamp.