Los ameloblastomas y los queratoquistes odontogénicos son lesiones benignas de la región maxilomandibular con características biológicas diferentes. Los primeros a menudo son agresivos, forman un gran tumor y crecen hacia el hueso de la mandíbula. Estos últimos son quistes que se pueden manejar y tratar de varias maneras. Sin embargo, tienen características morfológicas prácticamente idénticas y son extremadamente difíciles de distinguir utilizando técnicas de imagen convencionales como rayos X, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas, lo que dificulta la planificación del tratamiento y puede requerir procedimientos adicionales.
En busca de una solución para predecir el tipo de lesión y facilitar la planificación quirúrgica, investigadores de la Universidade Cruzeiro do Sul (UNICSUL), la Universidad de São Paulo (USP) y la Universidad Estadual de Campinas (UNICAMP) en Brasil, en asociación con colegas en la Universidad de Gotemburgo en Suecia y la Universidad de Ankara en Turquía, utilizó una técnica de procesamiento de imágenes llamada análisis de textura por primera vez en estas lesiones. El estudio se describe en un artículo publicado en la revista Scientific Reports.
“En las técnicas de imágenes tridimensionales, como las resonancias magnéticas y las tomografías computarizadas, los vóxeles y los píxeles se organizan de manera diferente, con distancias y tonos de gris que varían según el tejido que se escanea. Esa información puede ser convertida en valores numéricos para producir un análisis puramente matemático y estadístico”, dijo André Luiz Ferreira Costa, último autor del artículo y profesor del programa de posgrado en odontología de la UNICSUL.
La FAPESP apoyó el estudio a través de dos proyectos (2013/07559-3 y 2017/09550-4).
La muestra del estudio estuvo compuesta por 18 pacientes diagnosticados con una de las lesiones y en tratamiento en la división de odontología del Hospital das Clínicas, el complejo hospitalario de la Facultad de Medicina de la USP. El diagnóstico se confirmó mediante biopsia en todos los casos. Ocho tenían ameloblastomas y diez tenían queratoquistes. El análisis utilizó sus resonancias magnéticas, que se eligieron porque son tridimensionales y no involucran radiación, por lo que pueden repetirse.
Se midieron once parámetros texturales a cinco distancias diferentes, para un total de 55 variables, las cuales se procesaron mediante el software científico MATLAB. Las variables "entropía" y "promedio de suma" resultaron ser estadísticamente significativas. El primero se refiere al grado de desorden entre los píxeles de la imagen de interés, mientras que el segundo se refiere al promedio de las sumas de los valores de dos píxeles en la imagen. Los queratoquistes muestran una mayor uniformidad y menos desorden en el nivel de gris que los ameloblastomas.
“El principal logro del estudio es la posibilidad de obtener un resultado definitivo más rápido por medio de la imagen y por tanto de un tratamiento más adecuado y seguro”, dijo Costa. “Estos dos tipos de lesión se extraen de manera diferente. Se eliminan los queratoquistes y la cavidad restante se limpia a fondo. Este es un procedimiento quirúrgico relativamente simple. Los ameloblastomas requieren un mayor margen de seguridad, involucrando la resección ósea por su comportamiento agresivo”.
Próximos pasos
Los resultados del estudio son prometedores en la medida en que muestran que la medición de parámetros de resonancia magnética se puede utilizar para distinguir entre ameloblastomas y queratoquistes como una importante ayuda de diagnóstico. Los próximos pasos incluirán estudios que involucren otros tipos de lesiones, como el ameloblastoma uniquístico, que es relativamente raro, y el queratoquiste odontogénico ortoqueratinizado.
Los investigadores también planean aumentar el tamaño de la muestra del estudio. Debido a que el análisis de textura se basa en la intensidad de la señal de pares de píxeles, los resultados serán mejores si hay más pacientes en la muestra de estudio y las lesiones son más grandes.