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No adaptarse al cambio climático tendrá un alto costo (1 notícias)

Publicado em 15 de setembro de 2017

(www.neomundo.com.ar / Fuente: Fundación de Amparo de Pesquisa / São Paulo) - Las ciudades costeras conviven con la expectativa de que el nivel del mar sigua elevándose durante los próximos años debido al fenómeno del cambio climático.

En el caso de ciudades como Santos, en Brasil, donde está el mayor puerto de América Latina, un estudio apoyado por la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo (FAPESP) estimó que, para el año 2100, el nivel del mar puede aumentar en hasta 45 cm.

Eso no solamente generará cambios en las resacas, sino que también alcanzarán nuevos niveles máximos que superan -en al menos 20 centímetros- los niveles observados actualmente.

El estudio llamado Proyecto Metrópolis analizó los costos mínimos necesarios para que la ciudad se adapte a que lo viene: aproximadamente R$ 300 millones en obras de infraestructura urbana en la zona de Ponta da Praia de Santos y en la zona noroeste de la ciudad.

Sin embargo, también calculó otra cifra: el costo de no adaptarse en fiempo y forma a los cambios climáticos ascendería, al menos, a los 1.500 millones de reales.

"Pero este costo de 1.500 millones puede estar subestimado, toda vez que el modelo considera únicamente la estructura física de los inmuebles y los cálculos se basan en su valor de venta. Si incluimos las pérdidas en otras áreas, tales como salud y educación, por ejemplo, este valor ascendería fácilmente a los 3.000 millones de reales", declaró José Marengo, coordinador del Proyecto Metrópolis, a Agência FAPESP.

El investigador del Instituto de Investigaciones Espaciales del Brasil (Inpe) Luiz Eduardo Oliveira e Cruz de Aragão, que también participa del proyecto, llama la atención sobre la amplitud que tiene el impacto climáticos sobre la salud. Oliveira e Cruz de Aragão explica que el estudio del análisis de riesgo y de las estrategias de adaptación detectaron la conexión entre el fenómeno El Niño y el aumento de casos de dengue durante los veranos de 2010 y 2015 - en esos años, los gastos únicamente con internaciones y tratamientos de pacientes se elevan en Santos al menos a 720 mil reales.

"Hemos puesto algunos valores, pero si juntamos todas las enfermedades relacionadas con el aumento de temperatura y con las inundaciones, que dejan a las personas sin hogares, logramos ver el impacto real de este problema en el área de la salud", dijo.

En Santos, el nivel relativo del mar ha aumentado a diferentes guarismos desde la década de 1940. "Con base en series históricas, detectamos dos posibles escenarios para la ciudad: uno más realista (una tasa de elevación del nivel relativo del mar de 0,36 cm por año) y el otro, el peor de los escenarios (una tasa anual de 0,45 cm).

Con base en estos dos escenarios, la conclusión indica que el nivel del mar puede aumentar entre 18 y 23 centímetros hasta 2050 y entre 36 y 45 centímetros hasta 2100", dijo Celia Regina de Gouveia Souza, investigadora del Instituto Geológico del estado de São Paulo, quien toma parte en el proyecto.

El modelo también considera el surgimiento de eventos extremos, tales como mareas meteorológicas y resacas -cada vez más frecuentes a causa de los cambios climáticos- que resultan en un rápido aumento del nivel del mar.

Luego de analizar los escenarios de las inundaciones costeras para 2050 y 2100 y de estimar los potenciales daños sobre los inmuebles afectados, los investigadores compartieron los resultados con la población de Santos y con el poder público, a los efectos de sugerir las mejores medidas de adaptación.

"En esos debates con la población aparecieron las opciones de adaptación. Una de éstas consiste en la fortificación, que es la construcción de muros y diques y la mejora de la estructura. En otros casos, existen medidas tales como el engordamiento de la playa. Otra estrategia que vimos como necesaria para Santos es la recuperación de los manglares, lo que entra en la categoría de adaptación basada en el ecosistema", dijo Marengo.

"Las medidas que eligió la población fueron bastante adecuadas. Ahora esperamos que la población y el poder público sigan apropiándose del proyecto. Así es como contaremos con una perspectiva bastante positiva de que el escenario sombrío no se concretará", dijo Luci Hidalgo Nunes, investigadora de la Unicamp y participante en el proyecto.

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