El virus modificó la espiga con la que se une a la célula. Los hallazgos aún deben validarse y requieren de ampliar la investigación
Especialistas de las Facultades de Medicina y Odontologría de la Universidad de Sao Paolo, Brasil, identificaron más elementos que podrían confirmar si la nueva cepa del SARS-CoV-2 hallada en Reino Unido es más infecciosa y se contagia más velozmente que la original de Wuhan, China.
De acuerdo con un artículo publicado en el portal BioRvix, que se especializa en preprints -artículos que requieren aún revisión por pares para su validación como resultados concluyentes- la proteína S (spike) del patógeno desarrolló una mayor fuerza de interacción molecular con la proteína receptora de las células humanas ACE2
En el caso de la proteína S, esta opera como una especie de llave que permite se conecta al receptor ACE2, que a su vez puede compararse con una cerradura, permitiendo al virus abrirse camino al interior de la célula para iniciar el proceso de replicación, es decir, hacer copias de sí mismo.
Que S desarrolle una mayor fuerza de interacción molecular significaría que tiene más capacidad de unirse a la célula y entrar en la misma, lo que facilitaría el proceso de infección y por ende podría hacer a esta nueva variante del SARS-CoV-2 más contagiosa que la original de Wuhan y otras que se han identificado conforme el virus se ha ido adaptando en su interacción con el organismo humano y el medio ambiente.
Mediante la aplicación de herramientas bioinformáticas, los equipos de investigación analizaron esta nueva variante, denominada B.1.1.7 que originalmente fue identificada en Reino Unido y también en el territorio brasileño.
De acuerdo con el estudio publicado en BioRvix ese incremento en la capacidad de la cepa de afianzarse a la célula es causado por una mutación en el residuo 501 de aminoácidos de la proteína S, llamado N501Y, que provocó la variante.
En una declaración a la agencia de noticias de la Fundación de Apoyo a la Investigación en el Estado de Sao Paulo (FAPESP) el coordinador del proyecto de investigación, Geraldo Aleixo Passos señaló que “vimos que la interacción entre la proteína pico de la nueva cepa de coronavirus y la mutación N501Y es mucho mayor que la que presenta la primera cepa del virus aislada en Wuhan, China”.
El equipo basó la investigación en los conocimientos previos sobre el papel que tiene del grupo de aminoácidos N501Y como uno de los seis residuos clave dentro de la proteína S para la unión con el receptor ACE2.
No obstante, reconocieron que hay otras mutaciones del genoma del SARS-CoV-2 que falta analizar, según expuso Passos a la Agencia del FAPESP.