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Radio Metropolitana (Cuba)

Mejora cada célula de tu cuerpo con una alimentación baja en calorías (1 notícias)

Publicado em 24 de abril de 2019

Por André Julião, desde Londres  |  Agência FAPESP

A través de determinados experimentos se pudo demostrar cómo la cantidad de calorías consumidas por una persona influyen directamente sobre el funcionamiento de cada una de sus células

Específicamente sobre una parte de cada células llamada mitocondria, encargada de producir la energía en las mismas; según como funcionen de bien o mal, así dependerá la salud, para bien o para mal de cada uno de nosotros.

Según una investigación hecha en la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo, los platos con menos calorías tienen un efecto protector contra algunas de las enfermedades crónicas más invalidantes y mortales que afectan a la humanidad.

En el estudio se explica como el exceso de calorías afectan al metabolismo celular promoviendo ciertas alteraciones; y como esto termina, por efecto acumulativo, alterando las probabilidades de contraer enfermedades asociadas con el paso de los años.

Los experimentos

Uno de ellos fue realizado con ratones y demuestra de qué manera una dieta baja en calorías puede proteger al cerebro contra la muerte de sus neuronas, situación vinculada con enfermedades tales como el Alzhéimer, el Párkinson, las epilepsias y los accidentes cerebrovasculares, entre otras.

Los animales del experimento fueron divididos en dos grupos. Uno de ellos comió libremente, en tanto que al otro le ofrecieron un 40 por ciento menos de calorías. Al cabo de 14 semanas, se les inyectó a los ratones de los dos grupos una conocida sustancia que provoca convulsiones, daños y la muerte de las células neuronales.

Mientras que los animales del grupo que comió libremente calorías sufrieron convulsiones, permanecieron bien aquellas a los que se les restringieron las mismas.

En el caso de las ratas sometidas a la dieta con limitación calórica, aumentaron la capacidad de sus mitocondrias de sus cerebros de captar y procesar calcio en situaciones donde el nivel de este mineral se encontraba elevado patológicamente de manera artificial.

En otro experimento relacionado con la glucosa sanguínea y el páncreas, en las ratas que ingirieron menos calorías, la secreción de insulina desde las células beta de sus páncreas transcurrió normalmente pues era menor cuando la glucosa en sangre estaba baja y mayor cuando la glucosa se encontraba elevada, mejorando la respuesta celular ante el aumento del nivel de glucosa en la sangre.

En los animales que comieron más calorías, y por supuesto se volvieron obesos, no sucedió lo mismo. De ahí se deduce que este fenómeno estaría relacionado con las mitocondrias, pues la secreción de insulina depende de la disponibilidad de ATP (trifosfato de adenosina), una molécula proveniente de ellas y que almacena energía en las células.

También se midió el consumo de oxígeno de las células en ambos grupos de animales; se confirmó que el mismo era mayor en las células de los animales sometidos a la restricción calórica. Y como la respiración es responsable de la liberación de insulina cuando aumenta la glucosa, esto constituyó una clara evidencia de que las células generan más ATP en tal condición.

Y por último, las mitocondrias de las células de los animales sometidos a la restricción calórica intercambiaban más material entre ellas, lo que las dotaba de una mayor eficiencia.

La importancia de estos experimentos en los seres humanos

Comprender el funcionamiento del metabolismo de cada célula resulta fundamental para prevenir y curar enfermedades metabólicas, como es la obesidad. Es de sobra conocido como esta enfermedad constituye uno de los peores indicadores, si lo que todos tratamos es de envejecer sanamente y por muchos años.

Las personas obesas son mucho más propensas a desarrollar diversas enfermedades relacionadas con el excesivo peso corporal a medida que pasan los años.

Ellas van desde las llamadas enfermedades neurodegenerativas como el Alzhéimer a las proliferativas, como el cáncer, y también a las enfermedades metabólicas tales como es la diabetes mellitus tipo 2, las hiperlipidemias, los infartos cardiacos y los accidentes cerebrovasculares.

Todas tienen una clara mayor incidencia entre las personas obesas y son las que ocupan los primeros lugares como causas de muerte en casi todos los países del mundo, incluido el nuestro. Pero al prevenirse la obesidad con una alimentación baja en calorías, se previene la aparición de estas afecciones.

Por esta razón, si queremos entender los mecanismos por los cuales la obesidad incrementa el surgimiento de estas enfermedades, con estos experimentos disponemos de nuevas herramientas para entenderlas, combatirlas y prevenirlas.