Con comunicaciones de voz e imágenes simples, el programa “Viva a Vida” produjo mejoras significativas en los participantes mayores de 60 años residentes en el municipio de Guarulhos, cerca de São Paulo. Se publicó un artículo sobre esto en Nature Medicine. En el ensayo clínico aleatorizado participaron 603 participantes mayores de 60 años, registrados en 24 clínicas de atención primaria del SUS
WhatsApp puede ser un recurso poderoso para superar la barrera de la soledad. Y contribuir positivamente a mejorar la depresión en las personas mayores. Así lo demostró un estudio realizado con usuarios de Unidades Básicas de
Salud (UBS) del municipio de Guarulhos, vecino a la ciudad de São Paulo. La investigación, realizada por Marcia Scazufca y colaboradores, fue publicada en la revista Nature Medicine.
Scazufca es profesor de posgrado del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (FM-USP) e investigador científico del Hospital das Clínicas.
“Nuestro ensayo clínico, aleatorizado y controlado, involucró a 603 participantes mayores de 60 años, registrados en 24 clínicas de atención primaria [UBS] del Sistema Único de Salud [SUS], que presentaban síntomas depresivos significativos. Los participantes fueron distribuidos aleatoriamente en dos grupos. El grupo de intervención, con 298 participantes, recibió, a través del programa 'Viva a Vida', mensajes de WhatsApp dos veces al día, cuatro días a la semana, durante seis semanas, con contenidos educativos sobre depresión y activación conductual. El grupo de control, formado por 305 personas, recibió un único mensaje educativo. Ninguno de los grupos contó con el apoyo de profesionales de la salud”, afirma el investigador.
La edad media de los participantes fue de 65,1 años. Y la distribución por sexo fue del 74,8% para las mujeres y del 25,2% para los hombres. Scazufca informa que, de los 603 participantes inscritos, 527 (87,4%) completaron la evaluación de seguimiento. En el grupo de intervención, el 42,4% de los participantes mostraron una mejoría en los síntomas depresivos. En el grupo de control, la mejora fue significativamente menor, 32,2%. "Este resultado sugiere que la intervención de mensajería móvil fue eficaz en el tratamiento a corto plazo de la depresión en adultos mayores en áreas con recursos sanitarios limitados", afirma.
La herramienta de cribado utilizada para seleccionar a los participantes fue el PHQ-9 (Patient Health Questionnaire-9), ampliamente utilizado y validado para evaluar la presencia y gravedad de los síntomas de depresión. El PHQ-9 utiliza una escala de 0 a 27, dividida de la siguiente manera: 0 a 4, ausencia de depresión ; 5 a 9, depresión leve; 10 a 14, depresión moderada; 15 a 19, depresión moderadamente severa; 20 a 27, depresión severa. Cuanto mayor sea la puntuación, mayor será la gravedad de los síntomas depresivos. “Invitamos a participar a todas las personas que obtuvieron diez o más puntos en la evaluación inicial. Por tanto, nuestra muestra incluye personas con depresión moderada y personas con depresión severa”, afirma el investigador.
El programa se llamó “Viva a Vida”. Y, considerando la tasa de alfabetización aún baja de la población anciana de bajos ingresos, las comunicaciones enviadas a las personas del grupo de intervención fueron mensajes de voz o imágenes de tres minutos. No hubo mensajes de texto. Y los investigadores se preocuparon de utilizar un lenguaje fácil de entender, basándose en el modelo de los programas de radio más populares. Dos artistas, Ana y Léo, leyeron alternativamente los mensajes, que evolucionaron desde frases educativas sobre la depresión hasta incentivos para activar conductas y advertencias para la prevención de recaídas (algunos ejemplos se pueden ver al final del informe).
“La diferencia de poco más de diez puntos entre la mejora de los participantes en el grupo de intervención y los participantes en el grupo de control puede parecer pequeña, pero considerando que el programa 'Viva a Vida'tiene un costo extremadamente bajo y el potencial de lograr una franja enorme de la población, ese 10% podría significar millones de personas. Además,'Viva a Vida' debería verse como un primer paso, que puede combinarse con otras formas de intervención. Hay que decir que la gran mayoría de las personas que participaron no habían recibido previamente ningún tratamiento para la depresión. Ni siquiera les diagnosticaron esa condición”, argumenta Scazufca.
Y añade que el resultado es especialmente relevante en un país de ingresos bajos y medios, como Brasil, donde la población de edad avanzada está creciendo rápidamente y los recursos de salud mental suelen ser escasos. El bajo costo y la fácil implementación del programa permiten que también pueda replicarse en otros países, con condiciones socioeconómicas similares o incluso más precarias, donde el acceso a tratamientos convencionales es limitado o inexistente. “La continuación de este tipo de investigación podría fortalecer aún más la evidencia para la implementación de intervenciones digitales en salud mental, ampliando el alcance del tratamiento psicosocial en un contexto global”, enfatiza el investigador.
El estudio recibió apoyo financiero de la FAPESP a través de distintos tipos de apoyo otorgado a diversos integrantes del equipo (proyectos: 18/19343-9, 22/05107-7, 21/04493-8, 20/02272-1, 20/14768 -1, 20/14504-4, 21/04230-7, 21/10148-1, 22/08668-0 y 21/03849-3).
Se puede acceder al artículo "Intervención de mensajería móvil de autoayuda para la depresión entre adultos mayores en entornos de recursos limitados: un ensayo controlado aleatorio" en: www.nature.com/articles/s41591-024-02864-4.