Un estudio dirigido por científicos brasileños, publicado en la revista Nature, alerta que casi la mitad de la selva amazónica podría colapsar sin posibilidad de recuperación para el año 2050. Más allá de la deforestación, el aumento de las temperaturas, las sequías extremas y los incendios han provocado un estrés sin precedentes en la mayor selva tropical del mundo.
El informe estima que entre el 10% y el 47% de la Amazonía podría alcanzar el punto de no retorno en los próximos 25 años, afectando no solo la biodiversidad sino también los medios de subsistencia y modos de vida de los aproximadamente 25 millones de personas, incluidos indígenas y afrodescendientes, que dependen de la selva.
El estudio se enfoca en factores como el calentamiento global, el volumen de precipitaciones, la intensidad de las lluvias, la duración de la estación seca y la deforestación, señalando que incluso un 10% de afectación a la selva existente tendría consecuencias devastadoras. La pérdida irreversible de la Amazonía también impactaría directamente en la producción de lluvia, exacerbando sequías, estrés y pérdida de bosques, afectando gravemente la región. Las zonas más vulnerables identificadas incluyen el norte de Mato Grosso y Rondônia, así como la región central del estado de Amazonas.