La selva amazónica ha resistido al cambio climático durante 65 millones de años. Pero hoy, su destino corre peligro.
En un artículo publicado en la revista Nature, los científicos alertan: en 2050, hasta el 47% de la mayor selva tropical del mundo podría alcanzar un punto de no retorno y transformarse en estepa.
Más de un tercio de lo que queda de la selva amazónica se ha degradado por las actividades humanas, pero también cada vez más por los efectos del cambio climático en curso, como las recientes y repetidas sequías. En toda la selva, que se extiende por nueve países suramericanos, los científicos están registrando un aumento de la tasa de mortalidad de los árboles, señal en particular del estrés hídrico que podría "desencadenar el colapso de la selva", advierten los autores del estudio.
Bajo la presión de "temperaturas más cálidas", "sequías extremas", "deforestación" y "erosión", se dice que hasta la mitad de la Amazonía está llegando a un "punto de ruptura", lo que lleva a la selva a un círculo vicioso sinónimo de colapso potencial de los ecosistemas.
La Amazonía alberga una biodiversidad fenomenal
"Puede que estemos más cerca de este punto de ruptura de lo que pensábamos", afirma el autor principal, Bernardo Flores, de la Universidad de Santa Catarina (Brasil). Las consecuencias de esta situación se dejarían sentir en todo el mundo. La selva amazónica alberga más del 10% de la biodiversidad mundial. Almacena 200.000 millones de toneladas de carbono, el equivalente a quince años de emisiones mundiales. También suministra agua a muchos países vecinos y enfría a todo el planeta.