MADRID 8 Dic. (EUROPA PRESS) – Un estudio llevado a cabo en Brasil con 89 familias conformadas por padre, madre y bebé revela una asociación entre el **sobrepeso paterno** y el peso del recién nacido al nacer. Según los hallazgos, un mayor índice de masa corporal (IMC) del padre se relaciona con un menor peso del bebé en el momento del parto, según publican sus autores en el ‘Journal of Obesity’. Además, esta condición puede afectar la salud del bebé hasta alcanzar la edad adulta.
Estos resultados refuerzan la idea de que las cuestiones antropométricas no son una responsabilidad exclusiva de la madre, subrayando que el padre también debe esforzarse por mantener un estilo de vida saludable durante el embarazo de su pareja. Para más información sobre la importancia de la salud paterna, puedes consultar este enlace.
«Existen numerosos debates e investigaciones sobre la relación entre el desarrollo fetal y la salud materna, abarcando aspectos como el sobrepeso previo y durante el embarazo. Sin embargo, la salud del padre también impacta significativamente el desarrollo del bebé, tanto durante la gestación como después del nacimiento. Nuestro estudio, pionero en incluir familias brasileñas, demuestra que un mayor IMC del padre conlleva a un menor peso al nacer, resaltando la importancia de la figura paterna en la salud y desarrollo del bebé», comenta **Mariana Rinaldi Carvalho**, primera autora del artículo e investigadora de la Facultad de Medicina Ribeirão Preto de la Universidad de São Paulo (FMRP-USP).
El peso al nacer se considera un **factor clave para predecir la salud**, no solo en la primera infancia, sino a lo largo de toda la vida. Diversas investigaciones han evidenciado que los bebés con bajo (o alto) peso al nacer enfrentan mayores riesgos de mortalidad y de desarrollar enfermedades no transmisibles en etapas posteriores, como la diabetes tipo 2, el cáncer y los trastornos cardiovasculares. Para aprender más sobre el impacto del peso en la salud, visita Mayo Clinic.
El estudio, realizado por investigadores de la FMRP-USP, continuó a partir de un ensayo clínico que examinó el efecto de la intervención de asesoramiento nutricional en el aumento de peso de 350 mujeres embarazadas con sobrepeso que visitaban clínicas públicas de atención primaria.
«Observando que muchos estudios sobre salud fetal y neonatal no consideran el estilo de vida de los padres, decidimos incluir la antropometría paterna como un factor que puede influir en el desarrollo fetal», explica **Daniela Saes Sartorelli**, directora de tesis de Carvalho y profesora del Departamento de Medicina Social de la FMRP-USP.
El grupo de investigación planea analizar a futuro el impacto de la dieta paterna en la antropometría y **adiposidad neonatales**, centrándose en el consumo de alimentos ultraprocesados y la calidad de las grasas. Para más detalles sobre la dieta paterna, consulta este recurso.
El **sobrepeso materno** es reconocido como un problema de salud pública, y muchos estudios indican que el aumento excesivo de peso durante el embarazo representa un riesgo considerable para la salud tanto a corto como a largo plazo, tanto para la madre como para el bebé. En el caso de la madre, esto puede aumentar el riesgo de diabetes gestacional, hipertensión y preeclampsia, a menudo resultando en cesáreas. Para el bebé, incrementa la probabilidad de bajo o alto peso al nacer, así como el riesgo de obesidad y trastornos asociados como diabetes tipo 2 e hipertensión en etapas tempranas de su vida.
Mientras que la madre transmite nutrientes directamente al feto a través de la placenta, el **sobrepeso paterno** puede inducir alteraciones epigenéticas, que son cambios bioquímicos en el ADN que podrían reprogramar la expresión de los genes. Para un entendimiento más profundo de la epigenética, accede a este enlace.
Según Carvalho, investigaciones anteriores en animales han demostrado que ciertos genes expresados por el padre pueden influir en el crecimiento fetoplacentario. Se indica que el feto puede experimentar restricciones de crecimiento debido al sobrepeso paterno, impidiendo alcanzar su potencial genético. En resumen, la exposición paterna a factores de estrés ambiental, como dietas poco saludables, estilos de vida sedentarios y tabaquismo, puede generar trastornos metabólicos en la descendencia a través de mecanismos epigenéticos.
«Ahora sabemos que factores de estrés ambiental como el sobrepeso pueden afectar la calidad y estructura del esperma del padre, alterando la expresión génica y afectando el ADN de sus hijos. Esta influencia está vinculada a la epigenética, un campo científico que estudia cómo las condiciones ambientales pueden activar o silenciar genes», subraya Carvalho.
Además, resalta que «la salud de la madre es, por supuesto, un factor crítico, y la investigación ha evidenciado la relevancia de una alimentación saludable durante el embarazo. Sin embargo, debemos destacar la necesidad de abordar el **sobrepeso paterno** en el periodo previo a la concepción. Nuestros hallazgos muestran que, al igual que se necesita asesoramiento nutricional para la madre, también es crucial fomentar cambios en los hábitos del padre antes de la concepción».
El estudio, que incluyó 89 padres y bebés, también detectó que a mayor IMC y perímetro de cintura del padre, menor era el perímetro cefálico del recién nacido. «No hallamos anomalías ni malformaciones, pero es relevante la correlación, ya que el perímetro cefálico al nacer es un parámetro clave del crecimiento. Aun así, se requiere más investigación para evaluar la verdadera importancia de este hallazgo», apunta Carvalho, quien recuerda que estudios anteriores sobre la obesidad han encontrado que el sobrepeso afecta la mineralización ósea neonatal.