En dos lagunas de la ciudad de Passo Fundo, en la región sur de Brasil (en el estado de Rio Grande do Sul), unos científicos encontraron ranas y sapos con signos claros de infección por ranavirus. Estos patógenos, que pueden ser letales para estos animales, pero que no afectan a los humanos, provocan ulceraciones en la piel, edemas y hemorragias internas.
Más allá del consiguiente exterminio de los animales, este episodio acaecido en noviembre de 2017 revelaba algo inédito: la detección de anfibios infectados por ranavirus en el Bosque Atlántico.
“Este descubrimiento causa preocupación, pues por primera vez en Brasil se ha detectado la presencia y la acción de este género de virus en la naturaleza. Habían circulado informes de epidemias en 2006 y 2009, pero se trataba de episodios ocurridos en criaderos, por ende, en cautiverio. Estos virus, ya detectados en la naturaleza en otras partes del mundo, están asociados a la declinación de poblaciones de anfibios, el grupo de vertebrados más amenazado del planeta”,dijo Joice Ruggeri, investigadora del Instituto de Biología de la Universidad de Campinas (IB-Unicamp) en Brasil y primera autora del artículo publicado en el Journal of Wildlife Diseases.
Este descubrimiento es fruto de la investigación posdoctoral de Ruggeri, que contó con el apoyo de la FAPESP – Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo. El objetivo del proyecto consistió en identificar la dinámica de estos virus en distintas especies de anuros y su interacción con otros patógenos, como así también posibles desequilibrios o amenazas en el Bosque Atlántico.
Para ello, la investigadora capturó especímenes de anuros en la naturaleza, cubriendo un área que se extiende desde el estado de Río de Janeiro, en el sudeste de Brasil, hasta Rio Grande do Sul. Las lagunas de Passo Fundo, con los animales infectados por ranavirus, quedaron ubicadas entre los sitios de recolección.
“Encontramos en esos lagos muchos renacuajos y peces muertos. Era un escenario de destrucción. Ahora estamos analizando todos los datos recolectados, lo que nos suministrará respuestas interesantes sobre la relación entre los distintos patógenos que amenazan a las poblaciones de anuros en el Bosque Atlántico”,declaró la investigadora.
(NCYT)