Los Llanos de Moxos, en el norte de Bolivia, han revelado lo que hasta hace poco parecía impensable: la existencia de una civilización avanzada que floreció en plena selva amazónica. El estudio, publicado en Nature y difundido por The Economist, ha demostrado que la cultura Casarabe desarrolló un sistema de infraestructuras que les permitió prosperar en un entorno donde las inundaciones podían durar hasta seis meses al año.
Durante décadas, los científicos pensaban que la región era demasiado inhóspita para albergar asentamientos complejos. Sin embargo, el arqueólogo Umberto Lombardo, de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha liderado una investigación que desmonta esta teoría.
Mediante tecnología LIDAR—un escaneo láser que puede revelar estructuras ocultas bajo la vegetación—los investigadores identificaron montículos artificiales, calzadas y canales interconectados. Estos hallazgos sugieren que los Casarabe no solo se adaptaron a su entorno, sino que lo transformaron, aplicando un conocimiento ecológico y agrícola que desafía lo que se creía sobre la Amazonia precolombina.
Fuente: Gizmodo