La actividad humana provocó la desaparición de varias especies en el continente americano hace unos 15.000 años.
Un estudio analiza el caso particular de los perezosos gigantes americanos.
Europa Press/Madrid - Un estudio internacional ha revelado cómo los individuos terrestres y gigantes que habitaban el continente americano desaparecieron a causa de la actividad humana en la transición entre el Pleistoceno y el Holoceno, hace unos 15.000 años. A su vez, ha descrito cómo su linaje sobrevivió hasta llegar a los perezosos actuales gracias a fluctuaciones en el tamaño corporal, hábitos arborícolas y su adaptación a los cambios ambientales.
La investigación, que se publica este viernes en la revista Science, ha sido liderada por las Universidades de Buenos Aires (Argentina) y São Paulo (Brasil) y en ella participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC). Para elaborarla, los autores han analizado fósiles y árboles evolutivos de los perezosos con información sobre su masa corporal y ecología para trazar un mapa de su historia a lo largo de los últimos 35 millones de años.
El estudio muestra cómo los perezosos fueron adaptando su masa corporal a los requisitos de los distintos estilos de vida. Así, la terrestrialidad favoreció el gigantismo, mientras que transiciones hacía hábitos arborícolas impulsaron una drástica reducción de tamaño. Además, puntualiza que estos cambios se dieron de forma asimétrica: los perezosos terrestres evolucionaron lentamente, mientras que las formas arborícolas, como los actuales perezosos de dos y tres dedos, se redujeron rápidamente.
Entre otros detalles, la investigación explica que los perezosos terrestres gigantes desaparecieron abruptamente durante la transición Pleistoceno-Holoceno, hace alrededor de 15.000 años, a pesar de haber sobrevivido durante 35 millones de años. De esta manera, sólo quedaron las especies de menor tamaño y modo de vida arbórea que evolucionaron en los que perezosos que actuales.
A juicio de los autores, su cronología de extinción refleja la expansión humana. Así, han identificado un colapso en dos etapas: una primera en la que desaparecieron las especies continentales a medida que los humanos se extendían por América y otra más tardía en la que hicieron lo mismo las de las islas (como los perezosos del Caribe). "Ninguna crisis climática previa los afectó de manera tan radical, lo que apunta a la presión antropogénica cómo la variable nueva y como el golpe final", ha subrayado Alberto Boscaini, de la Universidad de Buenos Aires (Argentina).