Un estudio del Centro Nacional de Investigación en Energía y Materiales (CNPEM) ha descubierto compuestos bioactivos capaces de inhibir el crecimiento e incluso provocar la muerte del hongo Thielaviopsis ethacetica, causante de una de las cinco plagas más frecuentes en las plantaciones de caña de azúcar. El estudio se publicó en la revista Enviromental Microbiology.
El hongo es capaz de impedir la germinación de las plántulas de caña o retrasar su desarrollo, dejando las zonas afectadas con grandes vacíos. El microorganismo suele penetrar en el tallo de la planta a través de las heridas causadas durante la plantación o la cosecha mecanizada.
Los compuestos bioactivos capaces de inhibir o matar a este hongo se encontraron en tres tipos de bacterias que forman parte de la colección de siete mil microorganismos del Laboratorio Nacional de Biorenovables (LNBR). Cuando testeadas las moléculas bioactivas presentes en estas bacterias, se observó una inhibición total del crecimiento y la muerte del hongo.
En el Laboratorio Nacional de Luz de Sincrotrón (LNLS), responsable del funcionamiento del acelerador de partículas Sirius, los análisis por espectroscopia confirmaron que las biomoléculas causaban daños en el ADN del hongo. “Esta herramienta es muy importante para abordar varios retos similares en la agricultura. Gracias a la alta sensibilidad de la técnica es posible detectar interacciones moleculares incluso en microorganismos complejos como los hongos”, explica el investigador Francisco Maia, uno de los autores del estudio.
Brasil es el mayor productor mundial de caña de azúcar. En la cosecha 2020-21, fue responsable de producir 654,5 millones de toneladas, destinadas a la producción de 41,2 millones de toneladas de azúcar y 29,7 mil millones de litros de etanol.
La investigación, que contó con el apoyo de la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo (Fapesp), puede consultarse en su totalidad aquí.
Traducción: Leonardo Vieira - Edición: Maria Claudia / Nira Foster