Investigadores de San Carlos desarrollaron un nuevo modelo de curativo cutáneo multifuncional para tratamiento de heridas utilizando nanotecnología y biotecnología. La estrategia fue combinar materiales biodegradables con curcumina, sustancia con acción medicinal extraída del azafrán de la tierra, posibilitando la liberación controlada de principio activo. Los resultados fueron divulgados en la revista Reactive & Functional Polymers.
El trabajo fue supervisado por el investigador de Embrapa Instrumentación Daniel Souza Corrêa, en el ámbito de la Red Nacional de Nanotecnología para Agronegocios (Red AgroNano), e involucró dos programas de posgrado en la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar). El grupo recibió financiación de la FAPESP a través del Proyecto Temático “Fotónica no lineal: espectroscopia y procesamiento avanzado de materiales” y a través del proyecto “Desarrollo de nanofibras poliméricas híbridas para su aplicación en agricultura”.
Aunque tiene varias propiedades medicinales, como actividad bactericida, antioxidante y antiinflamatoria, la aplicación de la curcumina está limitada por su baja solubilidad y fácil degradación en presencia de luz. Para superar estas barreras, los investigadores crearon un nanomaterial basado en membranas poliméricas bicapa, compuesto por fibras electrohilatadas de ácido láctico y caucho natural.
El resultado obtenido abre el camino para expandir el uso de apósitos multifuncionales en este modelo, con liberación lenta de compuestos bioactivos para el tratamiento de quemaduras y úlceras, por ejemplo.
En las pruebas de laboratorio, el apósito impidió la penetración de bacterias durante diez días y mostró una fuerte acción contra Staphylococcus aureus, una bacteria que suele estar presente en las heridas de la piel y asociada a infecciones cutáneas.
El apósito puede estar disponible como mantas de nanofibras, en diferentes formatos, aptas para su aplicación en heridas cutáneas. Mientras protege las lesiones de acciones externas, como la exposición a la luz solar y la contaminación, el apósito también reduce la infección bacteriana.
Ya se ha presentado una solicitud de patente ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI). El siguiente paso es buscar socios interesados en avanzar en el desarrollo del producto y realizar pruebas a escala para su entrada al mercado.
La investigación se desarrolló durante el doctorado de Paulo Augusto Marques Chagas, en la UFSCar. Colaboraron Rodrigo Schneider, becario de doctorado en Embrapa, y Danilo Martins, becario postdoctoral en el Laboratorio Nacional de Nanotecnología para Agronegocios de Embrapa.
El artículo “Membranas electrohiladas bicapas compuestas de poli (ácido láctico)/caucho natural: una estrategia contra la fotodegradación de la curcumina para la aplicación de apósitos” para heridas puede leerse en: www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S138151482100081X?via%3Dihub .
Fuente: Portal Embrapa.