El ejemplar de un sapo-pulga, del género Brachycephalus, mide 6,95 milímetros y puede posarse sobre una uña.
Un grupo de investigadores de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) descubrieron en Brasil un sapo-pulga, el segundo vertebrado más pequeño del mundo, según un estudio divulgado el pasado viernes (25.10.2024).
El estudio, apoyado por la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo (Fapesp) y publicado en la revista PeerJ, señala que el nuevo minisapo (Brachycephalus) de 6,95 milímetros, es tan solo 0,5 milímetros más pequeño que una especie del mismo género descubierta anteriormente en el sur del estado de Bahía.
Proceso de miniaturización
Aunque este espécimen es similar en apariencia a sapos de mayor tamaño, el proceso de miniaturización que ha experimentado a lo largo de su evolución presenta características diferentes, como fusiones, pérdida de huesos y ausencia de dedos y otras partes de su anatomía, explica Luís Felipe Toledo, profesor del Instituto de Biología de Unicamp y coordinador del estudio.
El Brachycephalus dacnis es la séptima especie de sapo-pulga descrita dentro del género Brachycephalus , grupo más conocido por sus especies venenosas y de colores brillantes, como los sapos o ranas gota de oro y la rana pitanga.
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Aunque son más grandes que los sapos-pulga, los sapos gota de oro carecen de ciertas estructuras anatómicas, como algunas partes del oído interno que les impiden escuchar su propio canto.
Precisamente fue el canto de la nueva especie descubierta lo que llamó la atención de los investigadores, pues su morfología es igual a la de otra especie (B. hermogenesi): ambas tienen la piel de color marrón amarillento, viven en el bosque, no tienen renacuajos (salen de los huevos caminando) y se encuentran en la misma región, aunque el canto es diferente.