BOLIVIA, 27 Sep (EUROPA PRESS) - Un estudio reciente publicado en el American Journal of Botany revela que ciertas bacterias del suelo, que ayudan a las raíces de las plantas a fijar el nitrógeno, desempeñan un papel crucial en el aumento de la capacidad de reproducción de algunas especies vegetales. Este descubrimiento fue logrado a través de un proyecto en el que se examinó específicamente Chamaecrista latistipula, una leguminosa nativa de regiones como Bolivia, Brasil y el noreste de Argentina, según informó FAPESP.
Los investigadores del estudio argumentan que estas bacterias mejoran el atractivo de las flores de C. latistipula para los polinizadores, gracias a un tipo de relación mutualista. Este tipo de cooperación no solo beneficia a las plantas sino también a los microorganismos involucrados, al permitirles a ambos obtener más nutrientes y reproducirse con mayor vigor.
Anselmo Nogueira, profesor del Centro de Ciencias Naturales y Humanas de la Universidad Federal del ABC (CCNH-UFABC) en Brasil, explicó que "Su relación mutualista con las bacterias fijadoras de nitrógeno aumenta el suministro de ese nutriente a sus raíces a cambio del azúcar del que se alimentan". Además, destacó la importancia de un tipo específico de polinizador para estas plantas, ya que el polen de las flores solo se libera cuando es vibrado, principalmente por hembras de ciertos abejorros del género Bombus.
Los resultados obtenidos en un experimento de invernadero dirigido por Nogueira, sugieren que la presencia de bacterias es crucial para hacer que las flores sean más atractivas para los polinizadores, especialmente en plantas que crecen en suelos deficientes en nutrientes. Caroline Souza, primera autora del artículo, destacó que, contrariamente a lo que esperaban, el suelo rico en nutrientes no condujo al desarrollo de plantas sanas con flores atractivas, lo cual sugiere que la asociación con bacterias es una estrategia esencial incluso en condiciones de abundancia de nutrientes.
Durante 16 meses, el crecimiento de 60 plantas de C. latistipula fue monitoreado desde la germinación de las semillas en diferentes condiciones de suelo, demostrando que aquellas plantas que crecieron en suelo pobre en nitrógeno pero con bacterias fijadoras de este nutriente, se desarrollaron mucho mejor. Este hallazgo enfatiza la importancia de las relaciones mutualistas entre plantas y microorganismos para la salud y el éxito reproductivo de algunas especies vegetales.