La microbiota, que es el conjunto de los microorganismos presentes en el intestino, puede utilizarse para prever el surgimiento del cáncer colorrectal, el segundo tipo tumoral en frecuencia entre las mujeres y el tercero entre los varones. En el marco de una investigación a cargo de un equipo internacional de científicos, se detectó una firma de 16 especies microbianas capaz de predecir la aparición de tumores colorrectales. Los resultados de este estudio apuntan a la creación de un análisis predictivo para poblaciones con distintas culturas alimentarias.
El equipo de Andrew Maltez Thomas, doctor en Bioinformática por la Universidad de São Paulo (USP), en Brasil, quien contó con el apoyo de la FAPESP a través de una Beca de Investigación en el Exterior (su trabajo se concretó en la Universidad de Trento, en Italia) detectó concretamente una asociación entre las alteraciones en ciertos patrones y el surgimiento del cáncer colorrectal. Este descubrimiento abre el camino hacia el desarrollo de análisis no invasivos capaces de prever el surgimiento de esta enfermedad.
Los investigadores combinaron estudios de metagenómica, bioinformática y aprendizaje de máquinas (mediante el uso de inteligencia artificial) para correlacionar el surgimiento del cáncer colorrectal con datos de la microbiota de 969 personas de Alemania, Francia, Italia, China, Japón, Canadá y Estados Unidos. Se trata de uno de los mayores y más variados estudios sobre este tema.
Los resultados no solo determinan conjuntos de microorganismos asociados con el cáncer colorrectal en todas las poblaciones estudiadas, sino que también indican firmas en el metabolismo microbiano (el patrón de los metabolitos que producen los microorganismos), que también tienen poder predictivo con respecto al surgimiento de la enfermedad.
Este estudio redundó también en otros dos hallazgos importantes. Uno de ellos se refiere a la mayor prevalencia de bacterias que comúnmente se encuentran en la boca y en las vías aéreas en los intestinos de los pacientes con cáncer colorrectal. El otro descubrimiento apunta hacia la asociación entre esta enfermedad y la presencia de una enzima microbiana que degrada a la colina, un nutriente que forma parte del complejo vitamínico B.
En el estudio, los pacientes con cáncer colorrectal exhibieron una mayor presencia de bacterias de la especie Fusobacterium nucleatum en comparación con los individuos sanos. Esta especie normalmente habita en la zona de la boca. Hasta ahora, lo que se esperaba entonces era que el ambiente ácido del estómago fuese fatal para dichas bacterias.
“Existe un aporte mayor de especies orales yendo hacia el intestino en pacientes con cáncer colorrectal. Tal vez esta migración provoque inflamaciones en el intestino y origine tumores. Sin embargo, no sabemos aún el real motivo de que esas bacterias migren hacia el intestino; sabemos únicamente que existe una asociación entre su presencia en el intestino y el cáncer colorrectal. Es algo que aún debe entenderse mejor”, dijo Maltez Thomas.
La detección de una mayor abundancia del gen de la enzima microbiana colina-trimetil-liasa (cutC) en las muestras fecales de los pacientes con cáncer indica una posible conexión entre la microbiota y los resultados de estudios anteriores sobre la relación de la enfermedad con una alimentación rica en grasa.
“Esta enzima degrada a la colina, un metabolito presente en una dieta con altas concentraciones de carnes rojas y otros alimentos grasos. Tras la degradación de la colina, libera acetaldehído, una conocida sustancia carcinogénica”, dijo Maltez Thomas.
En el estudio, los investigadores analizaron datos sobre la composición y la abundancia de todas las bacterias halladas en las 969 muestras fecales. Para arribar a un método de análisis más sencillo, que pueda utilizarse ampliamente en clínicas y hospitales, lograron seleccionar a las bacterias con mayor peso en el análisis.
“Con 16 especies, obtuvimos resultados comparables a los análisis realizados con todas las especies. Por ende, éste es un paso en dirección hacia una herramienta diagnóstica sencilla, sin necesidad de secuenciar toda la microbiota y sin dejar de operar con la debida precisión”, dijo Maltez Thomas.
La relación entre la microbiota del intestino y la salud humana constituye un área de investigación que ha venido creciendo, fundamentalmente durante los últimos diez años. Pero este nuevo estudio se rige por un concepto innovador en lo que hace a la utilización de bacterias como marcadores de desarrollo de una enfermedad.
“Lo más común es buscar marcadores asociados directamente con las células tumorales. Pero en nuestro trabajo el concepto es otro. El estudio se realiza con base en alteraciones de un conjunto relativamente pequeño de bacterias dentro de un espectro de centenas de bacterias que se encuentran en el intestino y que pueden indicar la existencia de una enfermedad”, dijo Emmanuel Dias-Neto, del Centro Internacional de Investigaciones (Cipe) en el A.C.Camargo Cancer Center, también autor del artículo.