Días después de otro ataque a escuelas, con la muerte de cuatro niños en Blumenau, Santa Catarina, expertos escuchados por Agência Brasil hablan sobre los impactos del bullying entre los estudiantes. Este viernes (7), Día Nacional de Lucha contra el Bullying y la Violencia en las Escuelas, el tema es aún más evidente en el país.
“El tipo de violencia más frecuente en la niñez y primera adolescencia es el bullying ”, dijo Maria Fernanda Tourinho Peres, profesora del Departamento de Medicina Preventiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP) y coordinadora del Laboratorio Interdisciplinario de Estudios sobre Violencia y Salud (Lieves).
Creada en 2016 para concienciar sobre la necesidad de prevenir el bullying y otros tipos de violencia en las escuelas, la fecha recuerda la tragedia ocurrida en 2011, cuando un joven de 24 años invadió una escuela en Realengo, Río de Janeiro, y asesinó 12 niños. .
“ El bullying es un tipo persistente de violencia. No es una situación de violencia que ocurre una vez y se acaba. Es un tipo de violencia que tiende a ser persistente en el tiempo y tiende a ser recurrente. Suele ser esa situación en la que, por ejemplo, un estudiante o un adolescente en la escuela es sistemática y frecuentemente objeto de este tipo de violencia”, enfatizó la docente.
Violencia
Para que se considere acoso , es necesario que haya un desequilibrio de poder entre las partes involucradas. “ El bullying es un tipo de violencia que se estructura, que surge y que se sustenta en torno a un desequilibrio de poder. Entonces hay un polo que está más empoderado -o uno que simbólica o socialmente ocupa una posición de poder más fuerte- y un polo que ocupa una posición de poder más frágil”, explicó María Fernanda.
“La palabra bullying deriva del término inglés bully , que tiene un significado como sustantivo que significa agresor y en términos verbales significa intimidar. El bullying , como derivado, se define como un comportamiento agresivo. En Brasil, el término apareció a finales de los años 90”, explicó Araceli Albino, presidenta de la Unión de Psicoanalistas del Estado de São Paulo.
Según Zeyne Alves Pires Scherer, profesora adjunta de la Escuela de Enfermería de Ribeirão Preto de la Universidad de São Paulo (USP), esta palabra se utiliza en varios países del mundo “para definir el comportamiento agresivo como 'el deseo consciente y deliberado de maltratar a otra persona y ponerla en tensión'”.
La ley que instituyó el Programa para Combatir la Intimidación Sistemática define que el bullying es todo acto de violencia física o psicológica que ocurre de manera intencional y reiterada, pero sin una motivación evidente, con el objetivo de intimidar, agredir o causar dolor o angustia en una persona o más. gente.
perfiles
Las principales víctimas del bullying , según Araceli, son personas frágiles física, intelectual, social o económicamente. Según Zeyne, la persona que es víctima de bullying tiende a ser aislada o excluida de sus compañeros. También comienza a manifestar sentimientos como ansiedad, tensión, miedo, ira reprimida, angustia, tristeza, asco, impotencia y rechazo, dolor, deseo de venganza e incluso pensamientos suicidas.
“Cualquier cosa que sea excesiva es motivo de preocupación: cuando el sujeto es demasiado agresivo, o demasiado aislado, cuando pierde interés en la escuela, en salir de casa, o tiene síntomas físicos de enfermedad, es importante para familiares, educadores y amigos. prestar atención atención porque algo anda mal. Lo mejor es prestar atención, conversar y, en casos graves, buscar un profesional especializado, ya sea psicoanalista, psicólogo, médico y hasta psiquiatra en ciertos casos graves”, explicó Araceli.
El perfil del agresor suele asociarse a una persona que tiene más autoridad. “Necesita afirmar su poder a través de actos violentos, necesita afirmarse a sí mismo a través de acciones violentas”, dijo.
Además de ser un fenómeno psicosocial, Zeyne también señala que el bullying también tiene un carácter epidemiológico y que, por tanto, “hay que combatirlo como otras formas de violencia”.
caracteristicas del bullying
El bullying se caracteriza por diversas formas de agresión o falta de respeto, ya sea verbal o física.
“Este acoso puede ser verbal, como usar apodos que son hirientes o que no le gustan a un adolescente; podría ser acoso físico; puede ser sexual; puede ser la que excluye socialmente a un adolescente de juegos y encuentros; y también puede ser patrimonial, cuando tomas maletines y cuadernos o arrancas objetos [de otros]”, destacó María Fernanda.
“El bullying se manifiesta mediante numerosas acciones como ofender, burlarse, burlarse, humillarse, intimidarse, avergonzarse, discriminarse, aterrorizarse, asustarse, tiranizarse, excluirse, aislarse, ignorarse, perseguirse, chantajearse, hostigarse, amenazarse, difamarse, insinuarse, agredir, golpearse , patear, dejar caer, herir, esconder, romper, robar y robar pertenencias. La principal diferencia con otras formas de violencia es el potencial del bullying para causar un trauma irreparable en la psique de las víctimas, comprometiendo su salud física y mental y su desarrollo socioeducativo”, explicó Zeyne.
Una encuesta realizada por Maria Fernanda con 2.700 adolescentes del noveno grado de la enseñanza fundamental en 119 escuelas públicas y privadas de la ciudad de São Paulo encontró que tres de cada diez alumnos ya habían experimentado bullying en las escuelas.
Los datos indicaron que el bullying psicológico o verbal (“ofensas, burlas y risas”) fue más frecuente (17,5%) que el de agresión física (3,7%). Del total de adolescentes, el 6% dijo haber sufrido bullying con connotación sexual. Además, el 15% de los jóvenes admitió haber practicado bullying con sus compañeros, mientras que el 19% dijo haber practicado algún tipo de agresión física.
La lucha contra el bullying
La lucha contra el bullying debe comenzar por entender que no es una broma, sino una forma de violencia. “ El bullying es un problema, no es una broma. La existencia de bullying para mí significa la existencia de violencia en la relación entre adolescentes”, señaló María Fernanda.
Según el docente, por ser una manifestación violenta, necesita ser combatida de manera conjunta por la sociedad.
“Cualquier estrategia de prevención de la violencia en las escuelas requiere de la sensibilización, movilización y participación de toda la comunidad escolar, no solo de los involucrados. Y no es tan efectivo que las intervenciones estén separadas de la dinámica general de la escuela”, dijo María Fernanda.
La docente también señala que el tema de la violencia no se va a resolver solo con la escuela. Para ella, es “injusto exigir o esperar que la escuela aborde sola un problema tan complejo”.
“La escuela gana relevancia porque los adolescentes y los niños pasan la mayor parte de sus días en las escuelas. Pero eso no quiere decir –y no es efectivo pensarlo– que sólo la escuela sea la responsable de prevenir estos problemas o de interferir en estas situaciones”, afirmó. “Cuando hablamos de prevención de la violencia -y el bullying es un tipo de violencia- reconocemos y recomendamos construir acciones que sean intersectoriales. Es necesario contar con la participación de los consejos escolares, del sector salud, de asistencia social y de tutela”, agregó.
Para el presidente del gremio de psicoanalistas, el sujeto provoca sufrimiento a la víctima y además demuestra una enfermedad psíquica del agresor, “que puede incluso cometer actos irreparables para las víctimas y para sí mismo”.
“ El bullying no es una fase o una parte normal de la vida, no es un comportamiento saludable ni está socialmente aceptado. No es un problema de la escuela que tienen que resolver los docentes: es un problema de familia y tienen que enfrentar el problema de frente”, dijo Araceli.
En la evaluación de María Fernanda, la lucha contra el bullying también pasa por profundizar en el diagnóstico y el conocimiento. Esta información servirá de base para los medios públicos.
“Necesitamos calificar la información de los censos escolares, los reportes de acoso y violencia y de los diferentes sectores que conforman el sistema que garantiza los derechos de la niñez y la adolescencia y poner a disposición esta información para que se produzca conocimiento. Con ese conocimiento, podemos generar políticas y programas efectivos que serán implementados en las escuelas, en alianza con las unidades de salud y con capacitaciones del consejo tutelar”, dijo.
Para Araceli, hacer frente a este tipo de violencia también debe implicar afecto. “Combatir el bullying y cualquier otro tipo de violencia es fundamental en el proceso de humanización. Necesitamos ser responsables del proceso civilizatorio: y esto solo puede suceder con conocimiento, cultura y amor. Es necesario y urgente tener madurez política y social para que la gente pueda reencontrarse con los buenos afectos y distanciarse de la violencia. Solo los buenos sentimientos y el conocimiento pueden permitirnos lidiar con las frustraciones y el dolor inevitable, sin enfermarnos”, agregó.
Texto traducido mediante inteligencia artificial.
Edición: Heloisa Cristaldo