En los laboratorios de la startup 3D Biotechnology Solutions (3DBS), incubada en el Hub Mandic, en Campinas, se desarrollan soluciones para la biofabricación de tejidos humanos y animales con potencial de tener un gran impacto en el tratamiento de diversas condiciones médicas.
Mediante tecnología s patentadas de bioimpresión 3D y electrohilado, los investigadores de la compañía están creando modelos de barreras artificiales para la piel, el intestino y el hígado, así como membranas para la regeneración ósea y de heridas. El objetivo es reducir el uso de animales de experimentación en las industrias cosmética, farmacéutica y alimentaria y, en el futuro, proporcionar tejido humano vivo que funcione como tejido nativo.
“Hoy trabajamos en el área de biofabricación e ingeniería de tejidos, mediante la cual reconstruimos tejidos humanos y animales utilizando tecnología s provenientes de la ingeniería”, declaró a Agência FAPESP Ana Luiza Millás, directora general y una de las fundadoras de la empresa.
Con el apoyo del programa de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (PIPE) de la FAPESP, 3DBS participará en la conferencia sobre innovación en salud durante la Semana FAPESP Francia, del 10 al 12 de junio en Toulouse. También fue una de las diez empresas invitadas por la Fundación a presentar en el stand de la Universidad de São Paulo (USP) en la feria internacional VivaTech, uno de los mayores eventos de tecnología y startups de Europa, que tendrá lugar del 11 al 14 de junio en París.
La edición 2025 de VivaTech aborda las nuevas fronteras de la innovación tecnológica desde perspectivas económicas, geopolíticas, sociales y ambientales. El año pasado, 165.000 personas visitaron los distintos stands de la feria.
“Es muy interesante para nosotros participar en un evento como este por la visibilidad que nos brindará y la oportunidad de presentar nuestras soluciones a los inversores. Nuestro objetivo es atraer inversores que, además de recursos financieros, aporten conocimiento y nos permitan ampliar nuestras redes de distribución de productos y colaboración en investigación”, destaca Pedro Massaguer, director comercial y cofundador de 3DBS.
La empresa inició sus actividades en 2017 suministrando equipos de biofabricación, como bioimpresoras 3D y máquinas de electrohilado, utilizadas para producir biomateriales y tejidos reconstruidos utilizando células vivas o solo polímeros y materiales biocompatibles.
Más de 200 equipos producidos por la empresa ya se encuentran distribuidos por todo Brasil, en universidades, centros de investigación, empresas y startups de base científica y tecnológica, y han comenzado a venderse en otros países. «Los equipos ya se encuentran en una universidad de Alemania, en el Instituto Superior de Agronomía de Lisboa y en la Universidad de Concepción de Chile, además de estar certificados para su venta en el mercado europeo», afirma Massaguer.
Biofabricación de tejidos y membranas
Paralelamente al desarrollo de bioimpresoras 3D y equipos de electrohilado, la empresa desarrolla sus propios productos, muchos de ellos en colaboración con universidades, institutos de investigación y empresas.
Los primeros productos fueron modelos in vitro que simulan la piel, la barrera intestinal y pequeños órganos, como los esferoides hepáticos, creados mediante bioimpresión 3D, para sustituir o reducir el uso de sujetos de prueba animales en las industrias farmacéutica, cosmética y alimentaria.
Más recientemente, la empresa comenzó a utilizar técnicas de electrohilado para producir membranas para la regeneración ósea, principalmente para aplicaciones dental es, y para la regeneración de heridas, para uso veterinario. «Estas membranas no utilizan células y serán nuestras primeras soluciones para la medicina regenerativa. Su desarrollo se encuentra en fase preclínica, con pruebas en animales, con vistas a su aplicación clínica próximamente», afirma Millás.
Producidas mediante una combinación de polímeros naturales y sintéticos, las membranas actúan como andamios (soportes sobre los que se pueden cultivar células para formar un tejido). Las membranas son porosas e imitan las matrices extracelulares humanas, actuando como un "cemento" para que las células formen tejidos, como un muro de ladrillos, compara Millás.
“A menudo, cuando un tejido se lesiona o se pierde parte de él, no hay posibilidad de regeneración espontánea. En este sentido, estas membranas sirven como soporte celular para permitir que el tejido del cuerpo humano o animal crezca sobre ellas y dentro de ellas, se absorba con el tiempo y forme nuevo tejido regenerado”, explica el investigador.
Según Millás, una de las ventajas de combinar polímeros sintéticos y naturales para producir las membranas es el efecto sinérgico de los materiales para la adaptación y el crecimiento en el tejido dañado en el que serán injertados.
A juicio del investigador, aún existen una serie de barreras tecnológicas y regulatorias que superar para hacer viable la producción de órganos y tejidos humanos más complejos mediante bioimpresión.
Hoy en día, mediante la tecnología de bioimpresión, podemos producir pequeños fragmentos de piel, hueso, tejido cardíaco o cartílago, por ejemplo. Queda mucho por hacer, siempre en consulta con las agencias reguladoras sanitarias, ya que todos los productos que se aplicarán a animales o humanos deben ser seguros y eficaces. Y esto también presenta desafíos, afirma.
Elton Alisson. Traducción Programa INFOCIENCIA |